Arquitectos: Ensamble Studio Ubicación: Mexico D.F, Mexico Arquitecto a Cargo: Antón García- Abril Arquitecto Asociado: Elena Pérez Arquitecto Constructor: Alba Cortés Equipo Proyecto: Débora Mesa, Joaquín Gallegos, Alba Beroiz, Jaime Alcayde, Cristina Moya, Juan Ruiz Antón, Tomaso Boano, Federico Letizia Desarrollo: SGAE – GRUPO CARSO Gestión: INPROS Construcción: GRUPO PC Ingeniería Estructural: COLINAS DE BUEN Superficie Construida: 11,500 m Fotografías: Roland Halbe, Ensamble Studio
Texto Cortesía Ensamble Studio El teatro Cervantes, construído bajo tierra, evidencia su presencia a través de una gran estructura metálica sostenida sobre el nivel de acceso, llamada Dovela, la cual actúa como un señuelo.
Entendemos la cultura contemporánea como una expresión constante de conectividad con los movimientos del tiempo y las capas de la historia que se superponen e hibridizan la cultura mexicana, son la gran inspiración para hacer un trabajo de arquitectura hoy en día. Por lo tanto, la Dovela aparece como una piedra de aire, sostenida por el espacio que viene de una secuencia de terrazas excavadas; que se disponen según el movimiento del sol que pasa a través de sus espacios; protegiendo de la lluvia y refugiando a quienes están al interior de la tierra.
La dovela trata de de unir todas las resonancias del mundo que emerge bajo ella, para darles un orden. Los espacios subterráneos se abren al cielo y al público, protegidos por la simbólica estructura. El proyecto enfrenta las naturalezas esenciales con aquello que está construido; la intensa densidad del espacio negativo, la verticalidad y la tensión horizontal del aire contenido y soportado por la dovela, la última pieza de un equilibrio abstracto que pierde su peso al parece aérea, mutable y ligera como una nube que cualifica el espacio en la tierra filtrando los rayos de luz.
No se podrían encontrar patrones del contacto entre el sol y la tierra en cualquier orden de ellos. De esta manera, en el diseño de la estructura que genera la conexión gravitacional entre la Dovela y las excavaciones en la tierra, decidimos un diseño bastante figurativo, como si se tratara de cariátides y atlantes; evocando diversidad, reflejando el mundo del hombre que habita el espacio. Por lo tanto, los pilares están inmersos en el movimiento, en tiempo, y están libremente dispuestos en el espacio de baile, basándose en la rigidez de la estructura, asimétrica según la grilla interna de la Dovela.
Al sumergirnos en el espacio negativo de las salas bajo tierra, se puede tener acceso a un acontecimiento nuevo y definitivo. Una vez dentro de la tierra, el teatro aparece como remate de una serie de espacios. Aquí, la síntesis del edificio culmina con la función de última hora, recreada, un lugar para contemplar.